Tiempo Argentino, 30 de diciembre de 2011
Por Lucia Alvarez
En un censo, contabilizaron 876 casos de personas que viven en la calle, un 32% menos que el año pasado. Para Médicos del Mundo y legisladores de la oposición, el PRO niega el problema. Y demandan políticas de vivienda.
Hablar de 876 casos es un insulto a la inteligencia”, argumenta Gonzalo Basile, presidente de la ONG Médicos del Mundo sobre el nuevo censo del gobierno porteño de gente en situación de calle y sigue: “Más allá de la discusión metodológica, lo que está pesando es la negativa a visibilizar el problema. Si dijeran que son 15 mil personas, que es lo que contamos nosotros, deberían salir a solucionar el problema en lo inmediato.”
Tras la decisión de la vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, de divulgar este jueves ese registro sólo mediante los diarios Clarín y La Nación, ayer volvieron a caer duras críticas a la gestión PRO por el modo en que asume la crisis habitacional en la ciudad y por la falta de políticas de vivienda para los sectores más vulnerables.
Los 876 casos significan, siempre siguiendo al gobierno porteño, una reducción del 32% con respecto a los 1287 del año pasado y la mejor estadística de los últimos cinco años. Uno de los picos más altos había sido el de 2009, cuando trepó a 1356 personas, casi el doble de los casos contabilizados en 2006. Sin embargo, estos números son criticados por el modo en que se relevan: como una fotografía única que no contempla diversas circunstancias, entre ellas, a las personas que se encuentran en los paradores porteños.
Para Médicos del Mundo, en cambio, esa población no se compone solamente de personas que están físicamente en la calle, sino de todas las que conviven con esa probabilidad: los que en algún momento estuvieron o los que pronto pueden estar, ya sea porque pueden ser desalojados, porque están en un hogar de tránsito o porque están recibiendo un subsidio transitorio. “La situación de calle es un proceso”, advierte Basile.
Aunque ya fueron advertidos en diversas oportunidades sobre este problema metodológico y prometieron a las organizaciones la construcción de una nueva herramienta de medición, la gestión PRO se jactó ayer de la mejora estadística y lo atribuyó a la estabilidad económica y al 64% más de plazas en hogares y paradores. “Es indignante que el gobierno de la Ciudad considere que una persona que está en un parador tenga resuelto su problema de vivienda, de la misma manera que se crea que con una cuota del subsidio habitacional está solucionado el problema”, alertó Rocío Sánchez Andía, presidenta de la comisión de vivienda de la Legislatura.
La diputada recordó además que la gestión PRO maneja una desinversión “alarmante” en el área, que no hay políticas de construcción de viviendas y que el nivel de subejecución del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) alcanza al 50 por ciento. También difundió la falta de presupuesto para la construcción de vivienda social de las cooperativas, contempladas en la Ley 341.
En el año 2010, luego de los incidentes del parque Indoamericano, la Legislatura porteña había votado la ley de Protección y Garantía Integral de los Derechos de las Personas en Situación de Calle, un proyecto impulsado por la organización Proyecto 7. El texto establecía el uso igualitario y no discriminatorio del espacio público, su uso y disfrute”, y reconocía “el derecho al acceso a los servicios por parte de todos los habitantes”. En enero de 2011, la norma fue parcialmente vetada por el jefe de gobierno porteño, pero en mayo, se logró su promulgación parcial. Según informaron desde el Ministerio de Desarrollo Social, aún no fue reglamentada.
“No sucedió nada. Le falta el respeto a las personas en situación de calle. Los cuatro años de gestión se caracterizaron por el intento de exterminación mediante la UCEP y la reducción de presupuesto”, dijo Francisco “Tito” Nenna.
Pero no todas fueron críticas. La legisladora Gabriela Cerruti rescató que el gobierno porteño haga un censo de “homeless” y lo diferenció del problema habitacional. “No son un reflejo uno de otro”, advirtió, aunque mencionó que en política de vivienda el PRO mantiene una deuda hoy vigente.