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Desigualdad a la hora de gastar

Página 12, 1 de noviembre de 2010
El gobierno porteño presenta hoy ante la Legislatura el Presupuesto 2011, que contempla un aumento de 22 mil millones a 25 mil millones de pesos. Pero legisladores de la oposición denuncian que en rubros como Educación apenas ejecutó el 10 por ciento.
 Por Eduardo Videla
El Ministerio de Educación porteño ejecutó, al cierre del tercer trimestre, sólo el 10,3 por ciento del presupuesto destinado a Construcciones para todo el año, mientras que en el rubro Vivienda, el gasto realizado alcanza apenas al 0,8 por ciento del total anual. Esos dos rubros son los de más baja ejecución en ese período, que va desde principios de año hasta el 30 de septiembre último. Las cifras contrastan con las construcciones realizadas por los ministerios de Ambiente y Espacio Público –veredas, asfalto y plazas–, que ejecutó el 96 por ciento de lo que tenía adjudicado para todo el año, y de Cultura, que ya sobrepasó el total de su partida: gastó el 110,5 por ciento de su presupuesto, sobre todo en obras realizadas en el Teatro Colón, museos y centros culturales.
 
Los números serán tenidos en cuenta por los legisladores porteños, que hoy comienzan a tratar el Presupuesto 2011, con la presencia del ministro de Hacienda, Néstor Grindetti. Para el año próximo, el gobierno de Mauricio Macri propone llevar el Presupuesto a 25.000 millones de pesos –el de este año fue de alrededor de 22.000 millones, incluyendo las dos ampliaciones votadas durante el año– con un fuerte incremento en el rubro de obras públicas: de 2250 millones de pesos previstos para 2010 se irá a más de 5000.
 
“Queremos saber si realmente va a haber más inversión o si los números encubren futuras redeterminaciones de precios”, dijo a Página/12 el diputado Martín Hourest (bloque Igualdad Social), vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
 
Según los cálculos realizados por el legislador a partir del análisis de las planillas de la Contaduría de la Ciudad, que reflejan los pagos comprometidos, cuando sólo falta un trimestre para cerrar el ejercicio, la gestión de Mauricio Macri lleva gastados 894 millones sobre un total de 2250 millones previstos para contratos de obras, lo que equivale a una ejecución del 39 por ciento.
 
Los rubros más bajos fueron el de Educación, que tiene presupuestado para todo el año, con destino a construcciones, 354 millones. Al 30 de septiembre ejecutó apenas 36,8 millones, el 10,3 por ciento. No fue por falta de dinero: el 30 de junio ya tenía depositados los 110,5 millones producto de la venta de un terreno en Catalinas.
 
El panorama es más dramático en el presupuesto del Instituto de la Vivienda (IVC). Para este año se habían aprobado 205 millones de pesos para construcción, lo cual no es mucho para una ciudad con un tremendo déficit habitacional. En nueve meses sólo se ha ejecutado 1,7 millón, el 0,8 por ciento.
 
Contaduría considera como ejecutadas no sólo las obras terminadas que fueron pagadas en ese período sino las que tienen certificado el final de obra, es decir, que ya tienen el pago aprobado aunque el dinero no salió de Tesorería. No consideran las obras que se iniciaron y que no se terminarán en el período, aunque el ministro de Educación, Esteban Bullrich, sí las incluyó cuando dijo en la Legislatura que tenía una alta tasa de ejecución. Es que el dinero asignado que no se gasta en el ejercicio no se suma al del próximo: se licua en los números de Rentas Generales.
 
La desigualdad en el gasto porteño se ve claramente en los pagos en el rubro “Transferencias”: según los números divulgados por Hourest a partir de los datos de Contaduría, para subsidios a la educación de gestión privada se ejecutó el 74 por ciento –número lógico a esta altura del año–, mientras que para Higiene Urbana (recolección de basura) ya se gastó el 85 por ciento del presupuesto y (en el otro extremo) el programa de asistencia social Ciudadanía Porteña sólo ejecutó el 60 por ciento.
 
Semejante inequidad podría volver a repetirse este año. “Mientras el presupuesto para obras crece de manera importante, el de asistencia social no tiene un incremento sustantivo importante”, dice Hourest. El legislador cuestiona también la participación salarial en el presupuesto, “que es una de las más bajas desde que la ciudad es autónoma”.
 
A una conclusión similar llegó el diputado Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica. “Este cálculo tiene infladas algunas áreas, para después terminar sobreejecutando el embellecimiento de la ciudad y subejecutando el de infraestructura escolar”, puntualizó el vicepresidente tercero de la Legislatura. “De manera insólita plantea déficit, porque crece exponencialmente el gasto en obras de desarrollo urbano. Y en infraestructura escolar aumenta el presupuesto, lo que está bien, pero ya vimos en 2008 y 2009 que es para que parezca que le preocupa el área, ya que después no lo ejecuta, como el año anterior, que sólo gastó el 40 por ciento de lo que tenía.” Abrevaya cuestionó que el presupuesto para 2011 plantee “aumento de impuestos y endeudamiento” y concluyó que “como el de 2009, es puramente electoral”.
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