Página/12, 22 de enero de 2010
El organismo de la ONU denunció que la oleada de adopciones en Haití por parte de extranjeros puede estar vinculada con el tráfico de niños. Pidió que se congele todo trámite nuevo durante la contingencia y acordó con el gobierno controles más estrictos.
“Vimos con nuestros propios ojos cómo se están llevando a niños en extrema vulnerabilidad”, clamó una representante de Unicef. La entidad, dependiente de Naciones Unidas, intenta medidas para detener la oleada de adopciones ilegales que se produjo (en realidad, se agravó) a partir del terremoto, ya que “pueden vincularse con el tráfico de niños”. En este propósito se dispondrá vigilancia especializada, tanto en Haití como en República Dominicana. Además, Unicef pidió que las adopciones “se congelen durante esta fase de urgencia”. Es que todavía “es prematuro: en muchos casos, los chicos desamparados tienen familias que aún no han logrado encontrarlos”. Entretanto, llegó a Holanda un avión con más de un centenar de nenes cuyo trámite de adopción se había iniciado antes del sismo.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) acordó con el gobierno de Haití apostar a agentes especializados en las oficinas de migraciones de Puerto Príncipe y de Jimani –ciudad de República Dominicana junto a la frontera con Haití– a fin de detener las adopciones ilegales de niños haitianos huérfanos por el terremoto de la semana pasada. Esos funcionarios “requerirán todo tipo de documentos para frenar una situación que todavía no podemos cuantificar, debido al caos generalizado que vive el país”, explicó Tamar Hahn, vocera de Unicef para América latina y el Caribe, y agregó: “Vimos con nuestros propios ojos cómo se llevan a niños que están en situación de extrema vulnerabilidad, sin casa, sin comida, sin agua potable y que tienen mucho miedo porque duermen a la intemperie con todo tipo de personas”.
“Las adopciones ilegales ya existían en Haití desde antes del terremoto y ahora la situación se agravó –señaló Hahn–. Nos preocupa mucho porque pueden estar vinculadas con el tráfico y venta de niños.”
“En este contexto, Unicef recomienda que toda nueva adopción, particularmente internacional, sea congelada durante la fase de urgencia”, según un comunicado firmado por Ann Veneman, directora general de la entidad. La agencia pidió a los gobiernos de todo el mundo que posterguen los pedidos de adopción legal de niños haitianos huérfanos “porque la situación es demasiado prematura: todavía hay padres buscando a sus hijos; la familia del niño puede estar todavía buscándolo; no es oportuno sacarlos y que no vuelvan a saber nunca de sus seres queridos”, explicó la vocera Hahn. En la Argentina, la embajada de Haití recibió, en un solo día, 260 pedidos de adopción.
“Adoptar a un niño que está en shock por los últimos acontecimientos vividos, llevarlo a un país del que no conoce ni siquiera el idioma, puede resultar en una situación doblemente traumática –agregó Carmen Molina, representante de Unicef en España–. Adoptar debe ser la última opción, porque en estos momentos no se puede garantizar ningún derecho del menor.”
Hahn contó que Unicef “instaló en Haití centros transitorios, llamados ‘zonas seguras’, para albergar a los chicos que deambulan por las calles: allí son asistidos por psicólogos y se les da comida y agua”. Hasta ahora tienen capacidad para “900 niños”.
Por otra parte, Unicef acordó en que viajen los niños haitianos cuyos trámites de adopción ya estaban avanzados antes del sismo del 12 de enero, si bien los expedientes pueden haberse perdido con el derrumbe de los edificios públicos: “En estos casos, la partida de los niños hacia sus nuevos hogares presenta reales ventajas, tras un proceso de identificación”. Hahn comentó que “es el caso de 140 chicos que ya fueron llevados, cien a Holanda y el resto a otros países de Europa: el trámite de adopción fue legal y en muchos casos faltaba una última firma”.
Ayer llegó a Holanda un avión con 106 niños haitianos huérfanos, cuya adopción había sido aprobada antes del terremoto. Letje Vermunt, vocera de la Fundación de Adopciones de Holanda, precisó que 92 de ellos serán entregados a padres adoptivos holandeses y los 14 restantes irán a adoptantes de Luxemburgo. Vermunt señaló que, según los médicos que examinaron a los chicos durante el viaje, éstos se hallan “relativamente bien”.
Alemania se sumó a Francia, España, Holanda, Canadá y Estados Unidos en el compromiso de acelerar la llegada de niños haitianos en vías de adopción: aplicará un procedimiento acelerado para completar los trámites y expedir los pasaportes. El procedimiento se aplicará a 30 chicos.
Sin embargo, en Haití, Evelin Louis-Jacques, directora del orfanato de Mana –destruido por el terremoto–, dio una versión algo distinta: “Ninguno de los chicos que estaban aquí habían perdido a sus padres: las familias pobres incluso pagaban una pequeña suma para que fuesen cuidados y alimentados”. De los 132 niños que albergaba el orfanato, 58 murieron en el terremoto; los 74 restantes serán adoptados por Francia. “Yo los llamo huérfanos económicos”, graficó Louis-Jacques.
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