Clarin, 8 de mayo de 2012
Por Pablo Sigal
Buscan evitar la discriminación. Es parte de una guía para que los alumnos y docentes trabajen contra el bullying. Fue presentada ayer por el Ministerio de Educación y el INADI.
El Ministerio de Educación de la Nación y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) presentaron ayer al mediodía una guía para que los maestros les enseñen a sus alumnos, entre otras cosas, los distintos tipos de familias que actualmente existen en la sociedad y evitar así la discriminación y el bullying en las aulas.
-¿Usted se refiere a si los padres están casados o son concubinos? –preguntó, sin esperar el detalle de la cuestión, una de las fuentes consultadas para esta nota.
-No, la guía habla de familias con dos mamás o dos papás, con sólo una mamá o un papá, o la tradicional conformación de madre y padre.
La anécdota viene a cuento porque a pesar de que la Ley de Matrimonio Igualitario fue sancionada hace ya casi dos años, hay situaciones de la vida cotidiana que esta norma trajo aparejadas y muchos aún no las han incorporado culturalmente.
La Comunidad Homosexual Argentina (CHA) participó activamente en la redacción de esta guía, desde el asesoramiento. “Necesitamos un cambio educativo en la sociedad que acompañe aquella histórica ley del Congreso. Que los padres gays puedan hacerse visibles y manifestarlo con orgullo”, le dijo a Clarín el presidente de la organización, César Cigliutti.
Desde la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (ADEEPRA), cuentan cómo viven estas situaciones nuevas. “Es común que nos llamen de las escuelas para decir que a las reuniones de padres van dos padres o dos madres, en vez de un padre y una madre, y quieren saber qué hacer”, dijo Alfredo Fernández, secretario legal y técnico de la entidad, lo que habla de cierto grado de desconcierto o ignorancia del docente. “En ese sentido es lógico que se impartan estos nuevos contenidos en el aula, aunque suene un poco raro. Algún padre podrá discutir que les enseñen a sus hijos estas cuestiones, pero el colegio se debe aggiornar con los nuevos elementos que plantea la sociedad”, señaló Fernández. También consideró que “seguramente esto va a ser criticado por los colegios religiosos, donde el matrimonio igualitario es mala palabra”. Hasta el cierre de esta edición ninguna fuente del sector se había pronunciado sobre la guía.
Cigliutti opinó que “si existe algún tipo de rechazo hacia esta iniciativa va a mostrar el nivel de homofobia que existe en la sociedad argentina. La cuestión es mostrar, para que no sea un tema tabú”. Recordó entonces el caso reciente de una escuela donde “se planteó una situación de conflicto por un chico que tenía dos mamás, hasta que éstas se presentaron, hablaron y se resolvió todo”.
La guía, titulada “Somos iguales y diferentes”, va dirigida a docentes y alumnos de jardines y colegios primarios públicos y privados de todo el país. Por ahora llegará con la recomendación de ser usada, es decir que no será obligatoria.
El material tiene 40 páginas y en la página 18 se afirma: “También nuestras familias son todas diferentes”. Y muestra los diversos tipos de conformación familiar a través de dibujos (los que ilustran estas páginas), para concluir que “lo que hace a una familia es el amor y el cuidado que nos damos entre todas y todos los que formamos parte de ella”. Julia Contreras, coordinadora de Programas y Capacitación del INADI, dijo que “el contenido de la guía no lo hicimos sobre cosas opinables, sino sobre lo que ya es ley”.
Además de presentar “Somos iguales y diferentes”, que tiene una versión para que lean directamente los chicos y otra para que los maestros tengan elementos didácticos para prevenir la bullying, el INADI y el Ministro de Educación firmaron un convenio para capacitar a docentes contra la discriminación en todas las escuelas del país.
Pedro Mouratian, titular del INADI, explicó que “la discriminación como práctica social tiene en la escuela el primer lugar donde darle batalla”. Por su parte, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, consideró que “la escuela no se distrae cuando se ocupa de estas cosas, o de la educación sexual, porque tenemos que enseñar Matemáticas y Geografía, pero también hay que ocuparse de estos otros temas. Ya no hablamos de tolerar, porque esto implica un sufrimiento, sino de celebrar la diferencia y entender que lo que el otro tiene de igual es su condición humana. No puede haber silencio pedagógico contra la discriminación”.