La Capital de Mar del Plata, 24 de septiembre de 2010
Dirigentes sociales reclamaron una "urgente" toma de conciencia para terminar con este delito. Fue durante una muestra callejera en el microcentro porteño que recordó el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños
La trata de personas con fines de explotación sexual, un delito que sigue en aumento en el mundo, no sólo demanda una urgente toma de conciencia sino que compromete a modificar conductas, como la indiferencia y el prejuicio, dijeron ayer dirigentes sociales durante una muestra callejera en el microcentro porteño.
"Marita Verón, Florencia Penacchi, Fernanda Aguirre. Ustedes las conocen pero hay muchas más. Cada día una mujer, niña, o niño desaparece en el país a manos de las redes de trata", aseguró durante la movida callejera Fabiana Tuñez, de la Casa del Encuentro, a propósito de celebrarse ayer el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños.
La entidad es una de las organizaciones de la sociedad civil que abrió ayer los micrófonos de una radio desde las 12 en Diagonal Norte y Florida para amplificar las voces de los que trabajan en la problemática.
"Es fundamental saber lo que podemos hacer para evitar que las redes de trata sigan actuando. Las primeras 72 horas son fundamentales", advirtió Tuñez.
Para la dirigente, "cuando desaparece una persona hay que ir a la comisaría y denunciar el hecho, y después comunicarse con la Unidad Fiscal Especial (UFASE) de cada jurisdicción, que en la ciudad de Buenos Aires funciona en 25 de Mayo 179".
Después, siguió explicando, hay que hacer pública la imagen de la persona buscada, buscar apoyo en los organismos.
"No descansar, sobre todo las primeras horas", añadió.
Otra integrante de la entidad tomó el micrófono para invitar a los varones presentes a reflexionar con una pregunta algo incómoda pero movilizante: "¿Qué hombre que se valora a sí mismo paga por una mujer?. ¿Por qué lo hace? ¿Qué es lo que compra cuando paga por una mujer?", cuestionó Silvia Lommi.
Mientras tanto, jóvenes artistas, hicieron de un gran pizarrón un mural vivo y cuestionador, dibujando y desdibujabando caras, figuras, letras y palabras cargadas de fuerte contenido.
A su turno, María Luisa Storani anunció que "hay consenso para que la ley nacional 26.374 incluya agravantes en los casos de trata cuando las víctimas sean menores de edad, discapacitados, o mujeres embarazadas".
Y aseguró que el avance más significativo se logró cuando todos los partidos políticos llegaron al consenso de sacar de la ley, la palabra "consentimiento".
"Con la nueva ley, que se debatirá la semana entrante, ninguna persona, no importa la edad, va a tener que probar que no dio consentimiento para ser explotada", dijo Storani.
En tanto, la diputada porteña María José Lubertino sostuvo "que la red de trata de personas no podría ser posible sin un sistema corrupto de habilitaciones de hoteles, casas de masajes, o boliches bailables clandestinos".
En el lugar, un cartel declaraba que "sólo en la ciudad de Buenos Aires hay 600 prostíbulos denunciados, donde operan las redes de trata".
También Lubertino enfatizó que, como sociedad, "tenemos que dejar apoyar el sexismo de los medios, donde se pone a la mujer como estereotipo de objeto sexual".
La convocatoria fue hecha, además, por diputados nacionales y porteños de las comisiones de Familia, que trabajan en un consenso para que se vote la semana próxima la modificación de la ley contra la Trata.
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