Tiempo Argentino, 22 de febrero de 2011
Por Matilde Wentzel.
Tal como sabiamente sostenía el doctor Favaloro, ningún chico nace delincuente, ni tampoco el lugar donde nace lo predestina a serlo. Él aconsejaba la creación de escuelas hogar en zonas vulnerables porque la delincuencia se combate con más educación, no bajando la edad de imputabilidad. Tantas escuelas se inauguraron durante este gobierno pero ¿cuántas son de jornada completa?
Los padres del Conurbano que trabajan se ven obligados con enorme sacrificio a mandar a sus hijos a escuelas privadas o a la capital, donde tampoco alcanzan las vacantes. Todos deberían poder optar entre lo público y lo privado, y entre jornada simple o completa. Tampoco hay jardines maternales. Urge sacar a los chicos de la comida chatarra, la TV chatarra y la calle. Eso se lograría si hubiera escuelas con comedor y en el turno de la tarde materias especiales: idiomas, música, teatro, danzas, deportes, plástica, (profesores no faltan) entonces realmente existiría lo que por ahora es sólo una hermosa frase: “Igualdad de oportunidades”, y se respetarían un poco más los derechos del niño y de la niña, porque todos tendrían la posibilidad de acceder a una educación más completa y al desarrollo de otras habilidades.
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