Una campaña para repensar los roles y vínculos en materia de crianza
Con el objetivo de desarrollar estrategias restaurativas de cumplimiento de penas en situaciones de malos tratos cometidos contra las infancias y adolescencias, desde el 2021 implementamos el taller “Vínculos saludables y crianza responsable”. En este taller, del que participan hombres y mujeres que ejercieron violencia contra sus hijas o hijos, el 57 % dijo que había sido víctima de maltrato en su niñez.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, elaboramos una campaña en base a los testimonios de las y los participantes del taller con el fin de concientizar acerca de estas prácticas violentas de crianza que se van repitiendo de generación en generación.
“De chica, siempre me decían, la letra con sangre entra”, “Cuando yo no hacía lo que mi madre me decía, me dejaba castigada tres, cuatro días sin comer”, son algunos de los testimonios que nos hablan de la importancia de compartir experiencias como instancia de identificación de la violencia y, también, para fortalecer las funciones maternales y parentales.
En esta línea, el objetivo de la campaña es generar una alerta para que las vivencias negativas de los adultos responsables de hoy no se repitan en la crianza de sus hijas e hijos.
“Es nuestra responsabilidad desaprender las prácticas con las que crecimos y avanzar hacia una sociedad en la que la crianza sea respetuosa y se considere a las infancias como sujetos de derechos”, expresó la Asesora General Tutelar, Carolina Stanley.
Cómo queremos seguir es la pregunta que surge a partir de ese porcentaje que indica que hay una gran cantidad de personas que replican lo que aprendieron en sus casas.
En 2022 realizamos una campaña para visibilizar las diferentes formas de maltrato en el hogar con el lema: “No es educación, es maltrato”. En esta oportunidad, nos propusimos ir más allá y hacer un llamado de atención acerca de cómo estas conductas aprehendidas se replican de generación en generación.
Apelamos a crear conciencia y a desinstalar los modelos de crianza heredados para pasar a nuevos fundados en el respeto, la responsabilidad y el buen trato hacia chicas y chicos.