La Nación, 12 de octubre de 2009
Por Laura Reina
Hay esperas cargadas de esperanza. Otras, llenas de ansiedad. Las hay atravesadas por la angustia y la impotencia. Y hay una, en particular, que condensa a todas: la espera de un hijo adoptivo, que en la Argentina, en la mayoría de los casos, casi nunca es inferior a los 5 años, según estimaciones de especialistas y padres adoptivos.
Un proyecto de ley de la diputada nacional Cynthia Hotton busca reducir estos tiempos, ya que establece un período máximo de dos años para que el niño permanezca en un hogar o instituto. Pasado ese lapso, los jueces deberán encontrarle una familia.