Perfil, 11 de abril de 2011
Los chicos de la calle parecen haberse convertido en parte del paisaje de las ciudades argentinas. Sólo en Buenos Aires hay, por lo menos, 3.500. Verlos genera angustia e impotencia. Pero hay que saber que se puede hacer algo. Se puede contactar a organismos públicos y ONGs especializadas en asistir a estos menores. PERFIL incluye aquí en forma destacada sus teléfonos. Y hay, además, una maravillosa escuela que, día a día, los educa casi sin recursos.
Por Agustina Grasso
Transparente. Un chico en plena calle. Ninguno de los transeúntes parece reparar en él. Los expertos dicen que hay que evitar “invisibizarlos”.