La Nación, 15 de julio de 2012
Por Ángeles Castro
Falencias edilicias, equipamiento e instrumental obsoleto, quirófanos y camas de internación insuficientes, irregularidades en el servicio de limpieza, medidas de seguridad endebles y escasez de enfermeras, anestesistas y terapistas son las principales deficiencias que muestran los hospitales públicos porteños, una realidad que se repite desde larga data, pero que permanece vigente, según confirman recientes informes de la Auditoría General de la Ciudad.