La Nación, 4 de enero de 2013
Editorial Por Fabiana Tuñez
El objetivo del varón violento es controlar, dominar, aislar, poseer. La persona violenta no registra a las personas como tales: considera que son un objeto dentro de su dominio, razón por la cual los hijos son un medio para seguir con su fin, que es no perder el objeto, que en este caso es la mujer.
La violencia que se produce dentro de un círculo familiar y afectivo no sólo es una violación de los derechos humanos, sino que conlleva consecuencias físicas, psíquicas y sociales en la infancia.